domingo, 18 de noviembre de 2007

Las corporaciones y la marca



Al lado: representacion gráfica de los maestros de obras y obreros especialistas en un oficio para la realizacion de una obra arquitectonica.



Las Corporaciones





Las obras de las Iglesias románicas, tenían siempre un responsable, que seguía la obra de principio a fin, era el Magíster muri. En las ilustraciones de la época se le representaba con el bastón de mando en la mano.




El maestro tenía conocimientos específicos para concluir la obra y a la vez grandes responsabilidades, ya que debía encargarse de la organización del trabajo, inventar nuevos sistemas de construcción, construcción de máquinas, desplazamiento de materiales etc.

Dependían de él los capataces, que eran sus más directos colaboradores, pero los albañiles eran también, unos pequeños maestros, pues resolvían todos los problemas prácticos que iban apareciendo a medida que realizaban el trabajo a ellos encomendado. A veces en torno a un buen maestro, reunían, además de los anteriores, pintores, escultores, cortadores de piedra, talladores, marmolistas, pavimentadores, leñadores y carpinteros.




Para ejecutar las grandes obras se llamaba a uno, o varios, de estos grupos: Corporaciones, que al estar compuestos por obreros especializados, eran libres de aceptar o no el encargo. Dependiendo de la importancia del encargo, y gracias al poder económico y organizativo de la Iglesia, se llamaban a Corporaciones, incluso del extranjero, con lo cual los Magíster muri, eran hombres cultos y muy viajeros que transmitían sus conocimientos a lo largo de los Países que visitaban.




El proyecto del edificio no quedaba registrado en papel, sino que debía estar bien claro en la cabeza del maestro, que cada día realizaba un boceto, a tamaño natural y en una colada de yeso, de las partes a realizar ese día. A veces una parte de la población, ofrecía su trabajo gratuitamente, o como forma de pagar alguna deuda con la autoridad del lugar.






Al lado: ejemplo del sello de marca de un representante
de la iglesia en la edad media

Parte de la historia y la Marca en la Edad Media


Entre los siglos V y VI, tres pueblos no autóctonos combaten por el control de Piamonte: bizantinos, burgundios y godos. Después del año 568, Piamonte, ocupado por los longobardos, es dividido en cuatro ducados: Turín, Asti, Ivrea y San Giulio d’Orta. Carlomagno invade Italia por el valle de Susa en el 773. Los francos se imponen como clase dominante, sometiendo a las etnias locales y organizando una estructura provincial que sobrevive a la crisis del Imperio en el 888. A finales del siglo IX, Piamonte aparece gobernado por la marca de Ivrea, encomendada a la familia de los Anscari. En torno al año 950, este dominio se subdivide en cuatro marcas nuevas: la “arduinica” con centro en Turín, la “aleramica” y la “obertenga” en el sudeste de Piamonte, además de la de Ivrea. El marqués de Ivrea, Arduino, es el último rey itálico antes de la unión de las coronas de Italia y Germania. Después de su muerte, en el 1050, en casi todo Piamonte aumenta el poder de los obispos y el de las nuevas familias en ascenso: los marqueses de Saluzzo en la zona meridional y los condes de Saboya en el valle de Susa. Con la disgregación del Imperio Carolingio, las comunidades ciudadanas se organizan en comuni libres para confluir después en la Lega Lombarda, dispuesta a afrontar, hacia la mitad del siglo XII, a Federico Babarroja. Justamente durante la lucha contra el emperador, la Lega construye la “ciudad nueva” de Alessandria. En el curso del siglo XIV, los comuni pierden poder y se someten a las dinastías más fuertes existentes en el territorio: los condes de Saboya que ahora controlan los valles de Susa y Lanzo, Ivrea, la zona de Canadese y Cuneo; los príncipes d’Acaia, que dominan Turín y las zonas limítrofes por el sur; los marqueses de Saluzzo, los cuales poseen el área de Saluzzese y los valles del Piamonte meridional. Sin embargo, el sur del Piamonte oriental (Novara, Vercelli, Asti y Alessandria) está sometido a la familia de los Visconti de Milán. A pesar de la fragmentada composición política, en este siglo Piamonte comienza a ser identificado como entidad geográfica.




MARCA: es un sistema de súper –signos o mega signos que gira alrededor de él y lo impregna, pero que se independiza y lo transciende. se entiende que la marca es un signo estimulo: porque causa estimulo en el receptor, ingresa en un sistema psicológico de asociaciones de ideas. Y de esta manera lleva a una vertiente icónica de la marca, llegando a una clasificación de asociatividad en el receptor.

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