domingo, 25 de noviembre de 2007

El renacimiento

Abajo: Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, ejemplo de la combinación de ciencia y arte.


El Renacimiento



Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, se propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos


Orígenes del Renacimiento

El renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no solo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales.




La extensión de la cultura

Gracias a la creación de universidades, escuelas y a medida que nos adentramos en el quinientos, la arquitectura Italiana y la estatuaria se abren camino en diferentes países europeos: en Inglaterra muy lentamente, pues el crisma religioso alejara de ahí a los artistas italianos que habían sido llamados a trabajar en el país y eran los mas capacitados propagadores de la renovación artística; en los piases escandinavos se daban también algunas muestras esporádicas, debido al mecenazgo de los reyes; hasta en Polonia y en la Rusia, Ivan III se recogía las ondas del arte italiano.

En Francia se hace más extensa la recepción del arte y la cultura italiana. Durante época de Francisco I continua la construcción de suntuosas edificaciones. De entonces data el castillo real de Chambord, el palacio preferido del rey para sus cacerías, pues aquellos castillos no tenían ningún fin militar. En 1546 comienza Pedro Lescot la contracción del Louvre, que seria el monumento triunfal de la arquitectura renacentista francesa, y poco después Delorme levantaría las Tullerias.

En España es donde, fuera de Italia, el arte del bajo Renacimiento ha hecho más considerables progresos. Teniendo ya el gusto italiano durante el reinado de los Reyes Católicos, mas o menos combinando con un estilo local, la arquitectura continua ahí por los mismos cauces bajo Carlos V. Durante el reinado de Felipe II se depura mucho el gusto, se impone la sobriedad ornamental. El arte oficial de Felipe II favorece esta tendencia, Pedro de Toledo y Juan de Herrera son los grandes arquitectos de El Escorial, su obra cumbre.




Llegada del Renacimiento a Italia

Con la llegada del Renacimiento apareció una nueva e influyente clase social constituida por los humanistas. Hasta entonces, la Iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, en boga durante los comienzos del Renacimiento. Ésta filosofía fue cediendo terreno al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se desecho el arte puramente lineal y se busco con ahínco la forma tridimensional.

La pintura italiana de los comienzos del siglo XV es todavía narrativa y escoge los muros de las Iglesias. La técnica, en especial con el fresco, es de gran sencillez. Sin embargo, con la pintura al óleo, el artista abandona la limitada temática religiosa y se complace en mostrar el esplendor de la forma, la luz y el espacio infinito.




Principales artistas

Sandro Botticelli
Nació en Florencia en 1445 como Alessandro di Mariano Fillipepi Fue acusado anónimamente en 1502, ante la Uffiziali di Notte, la institución ante la cual los ciudadanos Florentinos podían denunciarse mutuamente por crímenes reales o imaginarios, por un acto de sodomía con uno de sus ayudantes. Independientemente que la denuncia fuese basada en hechos ciertos o no, hay un dato significativo de la vida de Botticelli: Nunca se marcho del hogar familiar. Otros detalles que hablen de su
sexualidad pueden encontrarse en sus obras: Sus bellísimos ángeles, de sexualidad ambigua, abrazándose entre ellos...



Leonardo da Vinci
Nació en 1452 y a los 24 años fue objeto de una denuncia anónima por practicas homosexuales. La acusación involucraba a un prostituto de 17 años, Jacopo Saltarelli, del cual se decía que había tenido relaciones con varios hombres, incluidos Leonardo y su maestro Verrochio. Aunque todos fueron declarados inocentes, el
interés sexual de Leonardo se centraba en hombres más jóvenes, a muchos de los cuales contrataba como ayudantes. Uno de ellos fue Salai que según Vassari era un joven de belleza y gracias extraordinarias, con un hermoso cabello que llevaba en bucles, y que encantaba a su amo. Al parecer Leonardo mimo y consintió a Salai perdidamente. En 1497, ante una carta factura de ropa del muchacho, el pintor escribió, "Esta es la última vez, querido Salai que te doy más dinero". Sin embargo vivió con el otros 18 años más. Formo otras amistades intimas con sus ayudantes, lo que hace pensar que los escogía por su apariencia física. Francesco Metzi vivió con Leonardo hasta su muerte y heredó gran parte de sus bienes.

Miguel Angel Buonarroti
Tenia 57 años cuando conoció a Tommaso Cavalieri en el verano de 1532 en
Roma. Hermoso y de aguda inteligencia, Cavalieri tenia poco más de 20 años y procedía de una influyente familia romana. El amor apasionado de Miguel Angel por Tommaso se describe en sonetos que tratan tanto del amor físico como espiritual.
La relación entre Miguel y Tommaso responde al ideal platónico de un hombre maduro que ama a otro mucho más joven. Es posible que Tommaso no respondiera a la pasión del genio. No obstante la relación duro 30 años hasta que el artista murió.


Rafael Sanzio
Nació el 6 de febrero de 1483 en Urbino, su primer maestro fue su padre Giovanni, quien era pintor de la corte de Urbino, pero su
adiestramiento formal se lleva a cabo en el taller de Pietro Perugino.
Llego a Florencia en 1504, cuando el Renacimiento llegaba a la cúspide de su esplendor, el pintor busco aprender nuevas cosas en la ciudad, así fue como Miguel Angel tomo la severidad y la
fuerza en el dibujo, y de Leonardo el claroscuro esfumado.
En 1548, Rafael dio inicio a una obra importantisima: "Transfiguración"; esta presenta una visión ausente en los anteriores trabajos del artista. No alcanzo a terminarla y el día de su entierro a la cabeza de su ataúd estaba la inconclusa "
Transfiguración".

La comunicación

Arriba: muestra de un papiro bíblico
La comunicación

La comunicación a distancia ha existido con el desarrollo de la civilización y de las lenguas escritas, surgiendo también la necesidad de comunicarse a distancia de forma regular, con el fin de facilitar el comercio entre las diferentes naciones e imperios.

Los egipcios descubrieron un tipo de material para escribir que se extraía de la médula de los tallos de una planta llamada papiro. Posteriormente se inventó el pergamino, que se obtenía preparando las dos caras de una tira de piel animal. Entretanto, en China, hacia el año 105 d.C. se descubrió el papel. Mil años después, al llegar esta técnica a Europa, provocó una gran demanda de libros. A mediados del siglo XV, el inventor alemán Johann Gutenberg utilizó tipos móviles por primera vez en Europa para imprimir la Biblia. Esta técnica amplió las posibilidades de estudio y condujo a cambios radicales en la forma de vivir de los pueblos. Contribuyó a la aparición de un mayor individualismo, del racionalismo, de la investigación científica y de las literaturas nacionales. En el siglo XVII surgieron en Europa unas hojas informativas denominadas corantos, que en un principio contenían noticias comerciales y que fueron evolucionando hasta convertirse en los primeros periódicos y revistas que ponían la actualidad al alcance del gran público.


Las técnicas y aplicaciones de impresión se desarrollaron, por lo general, con gran rapidez en los siglos siguientes. Esto se debió sobre todo a la introducción de las máquinas de vapor en las imprentas a principios del siglo XIX y, posteriormente, a la invención de las máquinas tipográficas (véase Sistemas de edición). La primera de estas máquinas, denominada linotipia, fue patentada en 1884 por el inventor germano-estadounidense Ottmar Mergenthaler. En las décadas siguientes fueron apareciendo una serie de técnicas de impresión a gran escala, cada vez más rápidas.

De los diferentes tipos de servicios de comunicación de la antigüedad, el más notable fue el sistema de relevos del Imperio persa. Jinetes a caballo transportaban mensajes escritos de una estación de relevos a otra. Basándose en este sistema, los romanos desarrollaron su propio sistema de postas (del latín positus, ‘puesto’), de donde procede el término "servicio postal". En Extremo Oriente también se emplearon sistemas similares. A pesar de que en la Europa medieval los servicios postales eran en su mayor parte privados, el auge del nacionalismo posterior al renacimiento propició la aparición de sistemas postales gubernamentales. A finales del siglo XVIII había desaparecido gran parte de los servicios privados.

La imprenta

Abajo: modelo de impreta del siglo XV
La Imprenta
Historia
Muchas personas y poblaciones pretendieron ser cuna de este arte. Aunque las opiniones apuntan a que el alemán Johannes Gutenberg, por las ideas que tenía y la iniciativa de unirse a un equipo de impresores lo apoyan como el inventor de la tipografía. Existe documentación subsecuente que le atribuye la invención aunque, curiosamente, no consta el nombre de Gutenberg en ningún impreso conocido.
En 1040 Bi Sheng inventa en China el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los carácteres chinos. Ante la controvertida historia aparecieron a disputar la gloria del llamado "Padre de la Imprenta" los nombres del alemán Mentelin, impresor de Estrasburgo (1458-1478); el italiano Pánfilo Castaldi, médico y después tipógrafo en 1470 y Lorenzo de Coster, de Haarlem, (Países Bajos) (1370-1430). Cada uno tiene un monumento en sus respectivas localidades, sin embargo, perdieron el pleito definitivamente los partidarios de Mentelin y Castaldi.

Una edición que data del año 1502 en Maguncia, Alemania, impresa por Juan Schoeffer (hijo de Pedro), sucesor de la imprenta que en el pasado le perteneció a Gutenberg y dice:
"Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciudad donde el arte admirable de la tipografía fue inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg y luego perfeccionado a costa y por obra de Johann Fust y de Peter Schoeffer... entre otros".

Historia de la Imprenta Moderna
Hasta 1449 y aun en años posteriores, los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas por monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo[sin referencias]. Las ilustraciones y las letras capitales eran producto decorativo y artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada uno de sus trabajos, podía durar hasta diez años.
La imprenta había sido inventada por los chinos siglos antes, pero en la alta Edad Media se utilizaba en Europa para publicar panfletos publicitarios o políticos, etiquetas, y trabajos de pocas hojas; para ello se trabajaba el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos -un duro trabajo de artesanía-. Una vez confecionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también de madera, y se impregnaban de tinta negra, roja, o azul (sólo existían esos colores). Después se aplicaba el papel y con rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera era considerable por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde. Este tipo de impresión recibe el nombre de xilografía.
Cada impresor fabricaba su propio papel, estampando una marca de agua a modo de firma de impresor. Por estas marcas de agua es por lo que se conocen sus trabajos. En este entorno, Gutemberg apostó a que era capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo cristiano y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos.
Pidió dinero a un prestamista judío,
Juan Fust, y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba a representar para el futuro de toda la Humanidad. En vez de usar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros "tipos móviles". Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas entre sí: en total, más de 150 "tipos", que imitaban la escritura de un manuscrito. Había que unir una a una las letras que se sujetaba en un ingenioso soporte, mucho más rápido que el grabado en madera y considerablemente más resistente al uso.
Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de vino a la que sujetó el soporte con los "tipos móviles" con un hueco para las letras capitales y los dibujos. Estos, posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual. Lo que Gutemberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría poner en marcha su nuevo invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un nuevo crédito a Juan Fust y, ante las desconfianzas del prestamista, le ofreció formar una sociedad. Juan Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de Gutemberg a su sobrino, Peter Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él al tiempo que vigilaba la inversión de su tío.
Tras dos años de trabajo, Gutemberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que se había propuesto, pero Juan Fust no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutemberg.
Gutemberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo hasta su muerte pocos años después. Peter Schöffer terminó el cometido que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas rápidamente a altos cargos del clero, incluido el Vaticano, a muy buen precio. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos. La rapidez de la ejecución fue sin duda el detonante de su expansión, puesto que antes la entrega de un solo libro podía posponerse durante años.
Actualmente, se conservan muy pocas "Biblias de Gutemberg" -o de 42 líneas- y, menos aún, completas. En España se conserva sólo una, completa. La Biblia de Gutemberg no fue simplemente el primer libro impreso, sino que, además, fue el más perfecto. Su imagen no difiere en absoluto de un manuscrito. El mimo, el detalle y el cuidado con que fue hecho, sólo su inventor pudo habérselo otorgado.

Primeros impresos
Gutenberg, en su labor de impresor, creó su famoso incunable Catholicon, de Juan Balbu de Janna. Pocos años después, imprimió hojas por ambas caras y calendarios para el año 1448. Además, junto a su amigo Fust editaron algunos libritos y bulas de indulgencia y en particular, aquel monumento de la imprenta primitiva, la Biblia de las 42 líneas, en dos tomos de doble folio, de 324 y 319 páginas respectivamente, con espacios en blanco para después pintar a mano las letras capitulares, las alegorías y viñetas que ilustrarían coloridamente cada una de las páginas de la Biblia.
Según las declaraciones de varios testigos de la resulta que, mientras en apariencia fabricaba espejos, Gutenberg se servía de todos los instrumentos, materiales y herramientas necesarios para la secreta imprenta: plomo, prensas, crisoles, etc., con el supuesto pretexto de fabricar con planchas xilográficas de madera unos pequeños devocionarios latinos de título Speculum que eran fabricados en Holanda y Alemania con los títulos de Speculum, Speculum humanae salvationis, Speculum vitae humanae, Speculum salutis, etc. Pero algunos declararon que con el pretexto de imprimir espejos, "Gutenberg, durante cerca de tres años, había ganado unos 100 florines en las cosas de la imprenta."
Años más tarde y hacia 1600 la situación social cambiaba en Alemania y una guerra civil hizo que en Maguncia los impresores huyeran para evitar caer dentro de la guerra. A los impresores les costó mucho guardar el secreto y los talleres de imprentas se esparcieron por toda Europa.
La imprenta se conoce en América una vez concluida la
conquista española. La primera obra impresa en la Nueva España es Escala espiritual para subir al Cielo de San Juan Clímaco en 1532.
Así inició la más grande repercusión de la imprenta en la cultura de la humanidad. La palabra escrita ahora podía llegar a cualquier rincón, la gente podía tener acceso a más libros y comenzar a preocuparse por enseñar a leer a sus hijos. Las ideas cruzaban las fronteras y el arte de la tipografía fue el medio de difundirlas. A finales del siglo XIX, se perfeccionó el proceso, gracias a la invención en 1885 de la linotipia, por Ottmar Mergenthaler.
Libros, incunables, ediciones ilustradas con grabados de madera: la mejora de las técnicas y materiales de imprenta llevaron durante cuatro siglos las palabras por todo el mundo. El arte tipográfico evolucionó y llego a crear obras maestras en la formación y estructuras de libros y ediciones especiales impresas. Actualmente las técnicas de impresión en calidad y volumen han mejorado de forma impresionante, algunas por medio de computadora olvidándose del arte tipográfico que muchos tipógrafos del mundo se resisten a cambiar.
Pocos inventos han tenido la influencia en el ser humano como la creación de la imprenta, ese antiguo arte que, si va unido a una obra en labor del tipógrafo y a la obra escrita de un buen autor, proporciona una obra de arte completa, lista para conmover en belleza literaria y estética tipográfica al lector, el fin primero y último de la imprenta.

La calidad genera desarrollo
Los nuevos medios de comunicación aparecieron en un momento de un cambio acelerado y de comunicaciones más veloces y fueron la respuesta a la mayor demanda de información y entretenimiento. Los nuevos sistemas y estructuras nunca borran por completo los anteriores sino que se superponen. Así, las nuevas tácticas de almacenamiento y recuperación de información han necesitado de los medios de impresión en este campo para reagrupar y encontrar nuevas colocaciones, a menudo de carácter más especializado. Por ende la calidad del servicio que las empresas brindan sobresale con mayor intensidad y genera una satisfacción por cumplir con las especificaciones requeridas por el medio que cada vez necesita mayor calidad en los productos. La revolución audiovisual se ha presenciado en medio de un diluvio de material de promoción impreso. Todo esto ha traído consigo cambios que afectan al libro, por ejemplo, la composición convencional es ahora tan cara que en tiradas mucho más grandes se necesita justificar. Pero existe una variedad de métodos más fáciles y más baratos de producción que son asequibles, como la fotocopia y la litografía barata.

La imprenta en la era electrónica
Los nuevos medios de comunicación aparecieron en un momento de un cambio acelerado y de comunicaciones más veloces y fueron la respuesta a la mayor demanda de información y entretenimiento. Los nuevos sistemas y estructuras nunca borran por completo los anteriores sino que se superponen. Así, las nuevas tácticas de almacenamiento y recuperación de información han necesitado de los medios de impresión en este campo para reagrupar y encontrar nuevas colocaciones, a menudo de carácter más especializado. La revolución audiovisual se ha presenciado en medio de un diluvio de material de promoción impreso. Todo esto ha traído consigo cambios que afectan al libro, por ejemplo, la composición convencional es ahora tan cara que en tiradas mucho más grandes se necesita justificar. Pero existe una variedad de métodos más fáciles y más baratos de producción que son asequibles, como la fotocopia y la litografía barata.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Las miniaturas y los vitrales


Al lado: El mes de mayo. Página del Calendario del libro LAS MUY RICAS HORAS DEL DUQUE DE BERRY, de los hermanos Limbourg.(1411-1416), Muso Condé. Chantilly, Francia




Las Miniaturas





En los manuscritos y libros ilustrados de la Edad Media, las miniaturas consistían en pinturas o dibujos de figuras pequeñas, incluidas o no en escenas o composiciones, las cuales, en su caso, representaban diversos temas propios de su etapa histórica, como los temas de carácter sacro, similares a los que llenaban los vitrales de las catedrales e iglesias en el arte románico y en el primer arte gótico. Al final del periodo gótico ya en el umbral del Renacimiento o la Edad Moderna, los manuscritos ilustrados se llenan de temas civiles : profanos y galantes, a la vez que alcanzan su mayor apogeo con un nivel de calidad excelente y una amplia difusión internacional, principalmente a través de las cortes de la nobleza europea.




En los márgenes de las páginas de los manuscritos era frecuente que las distintas escuelas de pintura incluyeran distintos motivos ornamentales, los más conocidos son los dibujos y composiciones encajadas en las letras iniciales o los dibujos que separan las columnas de texto mediante motivos que representan : arquitecturas pintadas, varios dibujos de arabescos o de tallos con formaciones vegetales que se enroscan por los márgenes de las páginas.












Los manuscritos ilustrados






La ilustración de manuscritos se inició en el Antiguo Egipto, hacia el 2000 adC, con el denominado Libro de los Muertos. Estos se realizaban por encargo de faraones, nobles, o sacerdotes y contenían oraciones e instrucciones sobre cómo deberían comportarse los difuntos en el más allá. En ellos se representaban los momentos más importantes del ritual de entierro, embalsamamiento, el pesaje simbólico del alma, y la presentación ante Osiris.


Los escribas de Alejandría, probablemente, se inspiraran en la técnica de estos rollos ilustrados al copiar los manuscritos destinados a la gran biblioteca, incluso para la posible versión miniada del Antiguo Testamento, traducido en Alejandría, del hebreo al griego, así como los redactores de manuscritos miniados bizantinos posteriores.






El arte de pintar miniaturas y de ilustrar los libros tuvo un papel relevante en el desarrollo de la pintura románica y gótica, así como en otras etapas de la Historia de la Pintura.


Los grandes nombres del arte de las miniaturas y los libros ilustrados están vinculados a los talleres de ilustradores franceses o flamencos como Jean de Poucelle, Jaquemart de Hesdin o los hermanos Limbourg; y a pintores toscanos como Simone Martini y otros. Durante la etapa de la pintura gótica, los libros son obras que facilitan el intercambio cultural y consecuentemente la difusión de las corrientes artísticas por las Cortes y otros centros artísticos de toda Europa. Son justamente destacados libros como el Breviario de Felipe el Hermoso, el Salterio de San Luís, el Salterio de la Reina Mary y el libro de Las muy Ricas Horas del Duque de Berry de los hermanos Limbourg.






En España, los manuscritos ilustrados más antiguos datan del siglo XI en el primer Románico, son la Biblia de Ripoll procedente del Monasterio de Ripoll y la Biblia de San Pedro de Roda procedente del antiguo Monasterio de San Pedro de Roda, ambos monasterios se hallan en Cataluña, pero los libros actualmente están : el primero en la Biblioteca Vaticana y el segundo en la Biblioteca Nacional de París.


Otros libros ilustrados procedentes de los antiguos reinos de la Península Ibérica son :
’’
Liber Testamentorum’’ de la catedral de Oviedo, realizado en el siglo XII por encargo del obispo Pelayo, con extraordinarias miniaturas ejecutadas a toda página, con una completa gama de colores y abundantes añadidos de oro y plata. La colección de Códices de las obras de Alfonso X el Sabio, repletas de escenas narrativas sobre temas variados constituyen un valioso testimonio de su época.





El arte de los retratos en miniatura






Los retratos en miniatura, así como otros géneros en miniatura (escenas cortesanas, paisajes...), , se desarrollaron a partir del siglo XVI. Consistían en retratos o pequeños cuadros encajados en diversos objetos como medallones, relojes de sobremesa, joyeros u otros objetos similares. El marco de los retratos, con frecuencia es un medallón ovalado.


Este nuevo tipo de pintura en miniatura se realizaba en una gran variedad de técnicas pictóricas como óleo sobre cobre, estaño, esmalte o marfil, aguadas sobre pergámino o cartulina, o desde el Siglo XVIII acuarelas o aguadas sobre marfil. Grandes pintores como Goya y Fragonard hicieron de los retratos en miniatura una faceta más de su actividad. Hubo pintores que se dedicaron a este arte casi en exclusividad. En el siglo XIX, con el desarrollo de la fotografía se inició la decadencia de este arte.




En Inglaterra se desarrolló como una forma o técnica independiente del resto de la pintura, a partir de la obra de pintores como Holbein el joven, Isaac Oliver y S. Cooper el cual alcanzó, en este arte, la perfección. En Francia tuvieron relevancia pintores como J. Petitot que retrato en forma exquisita al rey Luis XIV y a los personajes de la Corte, así como Jacques Augustin o J.B. Isabey en la etapa de Napoleón. El retrato ovalado del Archiduque de Carlos de Austria, (pretendiente al trono de España cuando la Guerra de Sucesión), obra de Pere Crosells, destaca en la producción del Reino de Valencia que fue uno de los tomaron partido por él.












Los vitrales






Arriba: vitral de MOISES EN EL MONTE SINAI Y MOISES ANTE EL FARAON.
Detalle en dos lóbulos de una vidriera de la catedral de Colonia, Alemania.
Segunda mitad del siglo XIII
El arte de las vidrieras
Las vidrieras ya eran usadas en las iglesias de la época románica pero llegan a su apogeo en la arquitectura gótica y van generalizándose desde el siglo XIII. Presentan en este siglo, como en el anterior, la forma de mosaico en el fondo, con varios compartimentos o medallones de figuras en serie de arriba abajo, representándose en cada uno algún asunto religioso, histórico o simbólico, pero sin llevar más de un color cada fragmento de vidrio (salvo el esmalte de colo gris o negruzco que se añade para trazar algunos perfiles y contornos de figuras). En el siglo XIV, dichos compartimentos se hacen de mayor tamaño, lo mismo que las figuras, las cuales se van situando aisladas dentro de su ojiva y debajo de un doselete y se tiende a imitar con ellas algo mejor el natural, añadiéndoles el claroscuro de esmalte gris y a veces el color amarillo mediante el amarillo de plata. En el siglo XV y principios del XVI, las imágenes son todavía mayores y están como encerradas en templetes góticos, erizados de torrecillas y además de los colores gris y amarillo, añadidos por el esmaltado del vidrio, se introduce a veces el color encarnado, también por el mismo procedimiento y se usan vidrios dobles (incoloro uno y coloreado el otro) para modificar el color del fragmento respectivo.


En el siglo XVI, se elaboran vidrieras de una pieza con vidrio incoloro, pintándolas con esmalte gris (grisallas) y a mediados del mismo siglo se inventa el modo de esmaltar de diferentes colores un trozo cualquiera de vidrio lo que dio por resultado el disponer de vidrieras como si fueran lienzos o tablas de pintura, economizando así muchos accesorios de plomo para armar las piezas. Esta clase de vidrieras mucho menos transparentes y brillantes que las de la época anterior, pertenece ya al estilo renacentista y se distingue, además de lo dicho, por la soltura y libertad con que apareecen las figuras desligadas de templetes y combinadas con escudos heráldicos, etc.
Entrado ya el
siglo XVII, van sustituyéndose por mosaicos geométricos de vidrios de colores las hermosas vidrieras precedentes, desapareciendo así el verdadero arte que tanto brilló en la Edad Media.


Escasas pueden contarse las vidrieras historiadas de los siglos XVII y XVIII. En el XIX, se imitan las obras de los anteriores con variados gustos, desde el románico del siglo XII al del renacimiento del XVI.En España, destacan por su antigüedad y mérito las siguientes: las vidrieras de la catedral de León, pertenecientes a todas las épocas del estilo ojival, con otras del siglo XV en las catedrales de Toledo, Burgos, Avila y Barcelona. Del siglo XVI, son notables las de Sevilla y Oviedo y tampoco carecen de interés cuatro vidrieras de la iglesia principal de Cervera (Lérida). Del siglo XVII, se encuentran algunas de las catedrales de Sevilla y Segovia.
Se consideran como las mejores del mundo las vidrieras de la
catedral de Chartres, seguidas de las de París, Estrasburgo, Colonia, etc. del siglo XIII.


Vidrieras románicas



El arte de las vidrieras se desarrolló en les iglesias de la Isla de Francia ya durante el románico: en el coro gótico de la catedral de Le Mans con sus vitrales del siglo XII que contienen representaciones de las artes y oficios, y la vidriera románica de la Ascensión del siglo XI (la más antigua de Europa en un edificio religioso), en las catedrales de Sens o de Sant Pedro de Poitiers, con su vidriera de la Crucifixión y en la Basílica de Sant Denis en París con sus vidrieras del La infancia de Jesús, El árbol de Jesse, etc. , se dan los ejemplos más destacados de este arte durante la transición del románico al gótico. Estos vitrales tienen una gama cálida y brillante, sus composiciones siguen las leyes del encaje superficial en series de motivos geométricos equivalentes como: medallones, lóbulos etc.



Vidrieras góticas



Los vitrales, por el lugar que toman en las iglesias y catedrales es, en la Francia del siglo XIII, la verdadera Pintura Gótica. Los vitrales sustituyen a la pintura mural que se había desarrollado ampliamente durante el periodo románico pero que en el gótico quedó como un arte complementario. El arte de los vitrales se convierte en el arte hegemónico del color y del dibujo, toma las funciones simbólico-docentes de la pintura mural con sus completos programas iconográficos que hicieron converger a la mayor parte de los talleres y centros artísticos europeos, principalmente de Francia, en el dibujo de los cartones que es el paso previo para la realización de una vidriera.


La catedral gótica evoca la imagen de la Jerusalén Celestial y constituye la obra colectiva de los habitantes (burgeses) de las ciudades de la Baja Edad Media. Cada nueva generación de albañiles y artesanos, al tomar el relevo de la generación anterior, hará avanzar la construcción del presbiterio o de las capillas laterales y del crucero etc. Cada nueva iglesia o catedral hará sus naves más altas que las anteriores, suprimiendo progresivamente el muro de fábrica y sustituyéndolo por lo que se ha denominado el muro translúcido, es decir, por los amplios ventanales con vitrales de color que proporcionan al interior de las iglesias y catedrales una atmósfera cálida, coloreada e irreal donde los fieles pueden sentirse seguros al amparo de la Iglesia mientras contemplan la "luz de esencia divina" tal como decía el abad Sugger que fue quien impulsó la construcción de los vitrales del coro de la Basílica de Saint-Denís de París, mediado el siglo XII.


EL arte de las vidrieras domina sobre las demás técnicas de pintura a las que impone sus leyes: la composición enmarcada en medallones, nichos u otros compartimentos, los colores vivos y saturados, las formas delimitadas y precisas, etc.; son pautas estéticas que hallamos también en las ilustraciones de libros y miniaturas ampliamente difundidas por Europa. Este predominio de la vidriera tiene su excepción en Italia, donde la tradición muralista no se había interrumpido desde la antigüedad, o en otros lugares que como Cataluña acusaban desde el románico las influencias italianas.


Sus temas son tomados del Antiguo y Nuevo Testamento, las historias de la Virgen María y de los santos así como las representaciones de las actividades gremiales o escenas de la vida cotidiana, las cuales, progresivamente suben también a lo alto de los vitrales de las catedrales.
Al avanzar el estilo se modificó la técnica con una nueva gama de color basada en los
fondos incoloros o grises, en los tonos quebrados y los temas más humanizados. La invención del color amarillo de plata llevará al arte de los vitrales, durante el siglo XIV, a un preciosismo dorado y a una ligereza que constituye su culminación.




El arte gótico se expandió por Europa durante la primera mitad del siglo XIII, alcanzando su plenitud hacia la década de 1260 cuando se terminan las catedrales de Beauvais en Francia, de Colonia en Alemania y de León en España. Es en esta etapa clásica cuando la arquitectura se hace más compleja: las naves se elevan hasta alturas jamás alcanzadas, los arbotantes se duplican para sostener estas bóvedas tan elevadas y los pináculos se vuelven más voluminosos. En esta etapa las portadas pasan de las tres clásicas de Reims o Amiens a las cinco portadas de Bourges o León. Los ventanales dejan de ser perforaciones en el grueso del muro para transformarse en entrepaños translúcidos, llenos de vidrio entre tracerías o encajes de piedra.




Vidrieras contemporáneas



En el siglo XX, el arte moderno representado por Chagall, Roualt y otros grandes pintores, volverá a diseñar cartones para confeccionar vitrales, que continuarán teniendo su lugar en la Historia de la Pintura.



Técnicas de elaboración



Técnica antigua para poder realizar dibujos de vitrales: a partir de los cartones dibujados por los talleres artísticos, en la realización de un gran número de trozos de vidrio que son tintados de color en su propia masa y realzados con trazos de grisalla para ser finalmente unidos con tiras de plomo que delimitan las figuras y aíslan los diferentes colores manteniendo su valor. La masa de vidrio llena de burbujas e impurezas actúa sobre la luz rompiéndola en mil destellos de color. La propia técnica, para no diluir las figuras con la irradiación de los ventanales, impone una composición llena en un espacio sin profundidad, y un dibujo preciso con una cierta riqueza de color.